El Alcoholismo
es un tipo de drogodependencia.
Hay dos tipos de dependencia en esta adicción:
la física y la psicológica. La dependencia
física se revela por sí misma, cuando
se interrumpe la ingesta de alcohol, con síntomas
muy claros como la tolerancia, cada vez mayor, al
alcohol y
enfermedades asociadas
a su consumo.
El efecto directo del alcohol
en el sistema nervioso son la depresión,
como resultado de la disminución de la actividad,
la ansiedad, tensión e inhibiciones. Incluso
un pequeño nivel de alcohol dentro del cuerpo
enlentece las reacciones. La concentración
y el juicio empiezan a empeorar. En cantidades excesivas,
el alcohol
produce una intoxicación y envenenamiento.