Alcoholismo


El Alcoholismo consiste en un consumo excesivo de alcohol que genera una fuerte necesidad y ansiedad de ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del mismo.

Se considera como una enfermedad crónica, progresiva al igual que otras drogodependencias, lo cual interfiere en la salud física y mental por el consumo incontrolado de bebidas alcoholicas

El Alcoholismo es un tipo de drogodependencia.
La dependencia al alcohol puede resultar de una predisposición genética, una enfermedad mental, el consumo de alcohol abundante, sostenido y abusivo o una combinación de estos factores. Esta enfermedad no solo afecta al adicto sino también la vida de todo aquel que se encuentra a su alrededor.

La dependencia al alcohol puede resultar de una predisposición genética, una enfermedad mental, el consumo de alcohol abundante, sostenido y abusivo o una combinación de estos factores. Esta enfermedad no solo afecta al adicto sino también la vida de todo aquel que se encuentra a su alrededor. Investigaciones recientes sobre genética y neurociencia han identificado ciertas características genéticas que se cree están relacionadas con la dependencia al alcohol. Los investigadores continúan indagando el vínculo entre la herencia genética y el alcoholismo. Actualmente no existe una posible cura para esta enfermedad, sin embargo muchos alcohólicos se mantienen sobrios por periodos de tiempo prolongados de acuerdo a su voluntad y compromiso para vencer esta enfermedad. Pero es innegable que para que un adicto al alcohol pueda recibir tratamiento y llegar a una posible recuperación, primero tiene que aceptar su condición de dependencia al licor

¿Qué daños causa el alcohol en el organismo?
El alcoholismo a largo plazo causa daños al hígado, al sistema nervioso incluyendo el cerebro, puede causar hipertensión arterial y daños al corazón, problemas digestivos como úlceras, problemas de los órganos y las funciones sexuales, senilidad prematura y cáncer.

No consuma alcohol cuando esté bajo tratamiento con medicamentos. Muchos de ellos provocan reacciones adversas al combinarse con el alcohol.

CAUSAS

Algunos jóvenes están en «mayor riesgo» que otros de desarrollar problemas relacionados con el alcohol y las drogas. Encabezan la lista aquellos cuyas familias tienen ya un historial de abuso de substancias.

Los adolescentes que comienzan a fumar o a beber desde temprana edad corren un grave riesgo. Estas substancias son típicamente las «drogas del umbral» que llevan a otras drogas ilícitas.

No hay una causa definida del Alcoholismo pero hay factores que pueden jugar un papel en su desarrollo. Es más probable el desencadenamiento de un alcoholismo en las personas con algún familiar alcohólico que en otras que no lo tienen. No se conoce la razón, que puede encontrarse en anomalías genéticas o bioquímicas.

Entre los factores psicológicos se incluyen: la necesidad de consuelo para la ansiedad, conflictos en las relaciones personales, baja estima personal, etc…

Los factores sociales incluyen: la facilidad de consumo de alcohol, la aceptación social del consumo de alcohol, estilos de vida de stress, etc…

La incidencia en la dependencia del alcohol está aumentando. Las estadísticas varían pero aproximadamente un 7% de adultos en Europa están afectados.

Hasta que las causas primarias del alcoholismo sean descubiertas, el problema no puede ser prevenido. De todas formas, los programas educativos sobre el alcohol dirigidos a los niños y adolescentes y a sus familiares pueden ser de gran utilidad. Los hábitos sociales correctos son fundamentales para la prevención de su abuso.

Identifique en usted o sus familiares los signos de estrés emocional. Trate de entender y resolver las causas de depresión, ansiedad o soledad. No recurra al alcohol o a las drogas para enfrentar estos problemas.

SINTOMAS

Algunos jóvenes están en «mayor riesgo» que otros de desarrollar problemas relacionados con el alcohol y las drogas. Encabezan la lista aquellos cuyas familias tienen ya un historial de abuso de substancias.

Los adolescentes que comienzan a fumar o a beber desde temprana edad corren un grave riesgo. Estas substancias son típicamente las «drogas del umbral» que llevan a otras drogas ilícitas.

Necesidad diaria o frecuente de alcohol para su función diaria
Pérdida de apetito e intolerancia a toda la comida
Alucinaciones
Tolerancia de los efectos del alcohol
Pérdida de control con incapacidad de interrumpir o reducir el consumo de alcohol
Bebedor solitario
Problemas en la lengua
Episodios de pérdida de memoria asociados al consumo de alcohol(ausencias negras)
Episodios de violencia asociados al consumo de alcohol
Deterioro en las relaciones sociales y familiares y en la responsabilidad laboral
Convulsiones
Absentismo labora
Inexplicable mal genio
Conducta que tiende a esconder el alcoholismo
Dar excusas para beber
Sudores
Hostilidad al hablar de la bebida
Taquicardia
Confusión
Hostilidad al hablar de la bebida
Problemas en la lengua
Lacrimeo
Desvanecimiento
Insomnio
Cansancio y agitación
Temblores e incontroladas sacudidas del cuerpo
Enrojecimiento y capilares de la cara dilatados (especialmente en la nariz)
Entorpecimiento y temblores
Calambres
Dolor abdominal
Vacilación por las mañanas
Vómitos
Nauseas
Negar la apariencia física
Negarse a la ingesta de alimento

PREVENCION

¿Cómo pueden prevenirse las adicciones y el alcoholismo?

Identifique en usted o sus familiares los signos de estrés emocional. Trate de entender y resolver las causas de depresión, ansiedad o soledad. No recurra al alcohol o a las drogas para enfrentar estos problemas.

Si bebe, hágalo moderadamente. Cuando tenga reuniones y fiestas, ofrezca también bebidas no alcohólicas. Los hijos aprenden también con el ejemplo.

Si hay antecedentes de alcoholismo en la familia, preste especial atención. Existen tendencias familiares al alcoholismo.

Cuando el médico le recete un medicamento, pregunte si este puede causar dependencia, especialmente si se trata de píldoras para el dolor, tranquilizantes, sedantes y píldoras para dormir. Siga las instrucciones cuidadosamente y no exceda las dosis recomendadas.

No use medicamentos para dormir, perder peso o relajarse sin prescripción y vigilancia médica.

No consuma alcohol cuando esté bajo tratamiento con medicamentos. Muchos de ellos provocan reacciones adversas al combinarse con el alcohol.